El alumnado y profesorado de 2º de ESO organizó un desayuno saludable para el alumnado de 3º de primaria en adelante.
Para ello realizaron un pequeño estudio de mercado y tomaron nota de las intolerancias alimentarias de algunos de sus compañeros.
El día 17 de abril, nada más llegar al cole, se lavaron las manos y se pusieron a funcionar; no había tiempo que perder, ya que el primer turno esperaba con ansiedad su desayuno.
Entre todos fueron capaces de poner la mesa, pelar y cortar la fruta, colocar los alimentos, etc. Las profes también echamos una mano. A las 10 comenzó el desayuno, que consistió en leche (con o sin cacao), tostadas con tomate y aceite de oliva virgen extra, nueces y fruta fresca (kiwi, mandarina y plátano).
A las 11 comenzó el segundo turno, en el que los propios organizadores se sentaron a desayunar también. En total fueron cuarenta desayunos los que se sirvieron.
La fruta sobrante se repartió entre el alumnado de infantil y al alumnado de 1º y 2º de primaria se le ofreció batido de frutas; no se desaprovechó nada.
A nivel económico no hubo muchos beneficios, ya que quizá el precio fue demasiado ajustado para la calidad de los productos ofrecidos a sus compañeros y compañeras, pero a nivel educativo mereció la pena: el alumnado se alimentó saludablemente, realizó una comida que por regla general no realiza y demostró tener algunas capacidades que nos hacen ser mejores personas.
Sin duda la jornada fue un ejemplo práctico de convivencia y cooperación y por eso repetiremos; la próxima vez para los más peques del cole.
¡Enhorabuena!
Y con tan buen alimento, energía y movimiento:
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